El paralelo entre las virtudes y los vicios es uno de los caracteres de la iconografía de la Edad Media. Según los escritores de la época, se personificaba á las virtudes bajo formas de mujeres, «porque son para el hombre nodrizas cariñosas.» Pero los artistas de la Edad Media las representaban siempre con un carácter militante y les ponían un escudo. Frecuentemente se las ve combatiendo á los vicios con una lanza. Algunas veces también las virtudes y los vicios son figurados bajo la forma de personajes históricos.
Las virtudes figuradas en las iglesias son mujeres simbólicas, y á cada una de ellas se le opone siempre el vicio contrario. Pero; el vicio no tiene los honores del símbolo, y es figurado por una escena. En el origen, las escenas representando un vicio estaban sacadas de las Escrituras, y se veía siempre al diablo presidiendo la ejecución del acto malo. Pero cuando el arte se liberta de las influencias monacales, desaparece el diablo en la representación, de los vicios: los artistas laicos, á los cuales se debe la erección de las grandes catedrales, tenían un sentimiento más claro de la libertad humana, y el criminal realiza su acto sin ser competido á él por una fuerza exterior.
Las virtudes personificadas son divididas algunas veces en virtudes públicas y virtudes privadas, y en la elección que preside á las virtudes públicas se ve los sentimientos que animaban á nuestros padres en las luchas de aquellos tiempos. La costumbre de colocar en las iglesias las virtudes y los vicios, no es anterior al siglo XI. En seguida se encuentra todas partes da por este antagonismo del bien y del mal.
La parábola de las vírgenes prudentes y de las vírgenes locas está esculpida en gran número de monumentos religiosos. Las vírgenes son en número de diez: las cinco prudentes están colocadas á la derecha de Cristo; cerca de ellas hay á menudo un árbol vigoroso y cubierto de hojas y de frutos. El árbol malo del Evangelio, cuyas ramas son estériles, tiene un hacha que ataca al tronco destinado á ser arrojado al fuego, y está colocado junto á las vírgenes locas. En algunos monumentos éstas tienen lámparas apagadas y volcadas; las prudentes las tienen encendidas.