La Iglesia de San Julián de Viñón es una de esas iglesias asturianas que parecen construidas en medio de la nada. ¿Por qué construir una iglesia en un sitio en el que no hay feligreses? ¿Es que entonces no había pueblos? ¿Sí había un núcleo de población, pero desapareció? ¿O es por otra razón?
Esta es una imagen aérea del Instituto Geográfico Nacional, vuelo de 20 de agosto de 1985. Si la observamos, apreciamos que sólo hay una entrada por terreno llano. Todo lo demás está bordeado por monte. Es además una entrada pequeña, por la que no entraría una expedición armada. La entrada también es difícil de encontrar, y más con la vegetación de la época:
¿Hacia dónde se orientaba esa única entrada por terreno llano?
La siguiente imagen es del Instituto Geográfico Nacional, vuelo de 2017, muestra cómo esa entrada permite acceder a quienes habitaran el valle demilitado por la línea azul. Ahí sí hay un pueblo, Santa Eulalia de Cabranes, que es la capital del actual municipio de Cabranes. Hay además otros núcleos de población. Es un valle con terrenos llanos que permiten desarrollar mejor la agricultura y la ganadería, las actividades básicas de la época. Es lógico que la población se asentara allí.
¿Qué pudo pasar entonces? Que la Iglesia se construyera pensando que una posible expedición musulmana no la encontrara. Incluso, tal vez podría servir para esconder bienes materiales de la población. Si se temía que los musulmanes aparecieran en el valle, podrían llevarse objetos a la Iglesia, mientras la población se refugiaría en las montañas. Era muy improbable que los invasores repararan en que había una pequeña entrada que conducía a una Iglesia. Delante de ellos sólo había monte y vegetación.
Y unos 1.200 años después…
En abril de 2009 se inaguraba la senda fluvial del arroyo de Viacaba. Un camino que une Santa Eulalia de Cabranes y Viñón. 3 kilómetros, algo más de media hora andando. Un camino que muestra lo cerca que estaban y están el pueblo y la iglesia escondida.
¿Verdaderamente fue una inaguración o, unos 1.200 años después, fue en realidad una reapertura?
Por otra parte, la tradición oral de la localidad dice que en la ladera de la montaña había un monasterio. Al parecer, haciendo obras en una casa aislada se encontró una cimentación antigua. Este monasterio, se dice, lo fundarían monjes provenientes de Avignon. De ahí vendría el nombre de San Julián de Viñón. El caso es que en la localidad francesa existió un monasterio benedictino ocupando una posición estratégica en el Monte Andaon. La racionalidad defensiva estaría presente también en la ubicación del monasterio asturiano, situado en un lugar de difícil observación y buena defensa. Se cuenta que existe un pasadizo subterráneo que conectaría el monasterio con la iglesia.